viernes, 31 de octubre de 2014

Juntacadáveres

Juntacadáveres (Galaxia Gutenberg, 2007)
por Juan Carlos Onetti
Uruguay, 1964

Nadie trata de la decadencia  --del alma, de la raza humana  --de forma exquisita como Onetti.  Al principio de Juntacadáveres, Larsen, también conocido como Junta o Juntacadáveres, llegue a Santa María en la compañía de tres "mujeres inverosímiles" (367) para establecer un prostíbulo en una casita en la costa.  Al final de la obra, Junta sale por el mismo tren, su sueño de "inaugurar el perfecto prostíbulo" (514) reducido a cenizas.  La historia del fracaso de Junta, un tipo describido en las primeras páginas del libro como un hombre "humillado y lacónico, pero demasiado ordinario" (364) y más tarde como un conocido "filatelista de putas pobres" (473), se cuenta por dos narradores (uno en primera persona y el otro en tercera) que también versan con la historia de Santa María con una prosa vital.  Resulta que esta ciudad, a pesar de la cruzada contra el prostíbulo organizado por el padre Bergner, está poblada por gente como el sobrino del cura que opina que "todos somos inmundos y la inmundicia que traemos desde el nacimiento, hombres y mujeres, se multiplica por la inmundicia del otro y el asco es insoportable" (532), otro personaje que se suicida, y un menor de edad que siente una gran necesidad de escapar de Santa María con Junta y sus "mujeres inverosímiles" antes de contagiarse con el "mundo normal y astuto" (578) que ha vivido en la ciudad hasta entonces.  A luz de esto, el lector se da cuenta que Larsen, un rufián que ha conocido "una vida definible o recordable por medio de olor a billetes y a mujer, por camisas de seda, biombos, abortos, churrasquerías junto al principio del campo, mejillas pulidas, nostalgia y la profesada indiferencia" (463) o sea una persona claramente corrumpida desde el punto de vista moral, en realidad no es mucho más "inmundo" que o cualquier de los otros habitantes de Santa María o, en cuanto a eso, nuestro amigo animoso Onetti:

Había que vivir y por eso inventó el patronazgo de las putas pobres, viejas, consumidas, desdeñadas.
Impasible en el centro de las miradas irónicas, en restaurantes que servían puchero en la madrugada, sonriendo a gordas cincuentonas y viejas huesosas con trajes de baile, paternal y tolerante, prodigando oídos y consejos, demostrando que para él continuaba siendo mujer toda aquella que lograra ganar billetes y tuviera la necesaria y desesperada confianza para regalárselos, conquistó el nombre de Junta Cadáveres, conquistó la beatitud adecuada para responder al apodo sin otra protesta que una pequeña sonrisa de astucia y conmiseración (514-515).

Juan Carlos Onetti (1909-1994)

Juntacadáveres se puede encontrar en las páginas 357-578 del libro Obras completas II.  Novelas II (1959-1993), de Juan Carlos Onetti (Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2007).

6 comentarios:

  1. Google translate doesn't do a very good job on this! I have The Shipyard lined up after I finish my current read (Four Marguerite Duras novellas) as my proposed contribution to this year's month's of Doom.

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    1. Yikes, I see what you mean about the translation! The Shipyard should make a good follow-up to those Marguerite Duras novellas or at least to Moderato cantabile since I've yet to read the other ones. I sometimes think Onetti and Duras might have been separated at birth because of their coldblooded assassin mentality as "storytellers."

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  2. Sounds like a great novel, Richard! And whenever I think of pariah who dream of building whorehouses, I'm always reminded of The Seven Madmen.

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    1. I thought it was pretty solid, Miguel, but maybe not quite in the same league as Onetti's La vida breve or some of the near-perfect novellas I've read by him. Your The Seven Madmen reference is a timely one in that that there's a great Arlt/Onetti anecdote that I need to remember to share for this year's Doom festivities that Séamus mentioned above. Thanks for the memory prompt!

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  3. Like Seamus, I tried to read your review via Google Translate and I suspect it has messed around with your eloquent prose! An intense novel by the sound of things..

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    1. Since you and Séamus both suffered through that Google Translate nightmare, Jacqui, I might try and put up a translation of my own sometime over the weekend (what a shame that the machine even garbled Onetti's native speaker prose). The post really isn't one of my finest efforts, though, so don't worry that you missed anything if I get lazy and change my mind!

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